Consejos esenciales para crear una empresa mientras se estudia
En la era del emprendimiento, no se puede ser demasiado joven para iniciar un negocio. Este hecho ha sido objeto de titulares debido a que titanes empresariales como Mark Zuckerberg, de Facebook, y Michael Dell, de Dell Computers, han iniciado estos negocios desde sus dormitorios. Muchos se oponen al concepto de emprendedor joven y el contrapunto se centra en el sentimiento de que la experiencia es el rey, pero la cantidad de herramientas disponibles para los creativos y los empresarios puede compensar prácticamente cualquier déficit de experiencia, es decir, si se sabe dónde buscar.
De hecho, las investigaciones indican que la razón por la que los empresarios y sus negocios fracasan se debe casi por completo a la dinámica empresarial y a las tendencias del mercado, que tienen muy poco que ver con las características personales del empresario. CB Insights analizó 101 fracasos empresariales para recopilar 10 de las principales razones por las que los empresarios fracasan. Las razones del fracaso van desde la falta de necesidad en el mercado (42%) hasta quedarse sin liquidez (29%), pasando por una mala comercialización (14%). Sin embargo, ninguno de estos catalizadores del fracaso muestra una relación directa con la edad o la experiencia vital.
En realidad, el principal factor que limita a muchos de los jóvenes aspirantes a empresarios es la percepción de que su educación está fundamentalmente reñida con sus objetivos empresariales. He visto esta dinámica en mi vida personal, a través de las decisiones y trayectorias profesionales de mis amigos, muchos de los cuales tenían grandes ideas de negocio y las herramientas para hacerlas realidad, pero optaron por dedicarse plenamente a su educación. Por desgracia, no se dieron cuenta de que estos caminos no son mutuamente excluyentes.
Al haber creado mi primera empresa a los 23 años, mientras cursaba un máster en psicología de investigación y tenía dos trabajos, he experimentado por mí misma las pruebas de lanzar una carrera empresarial en medio de una educación exigente. Esta guía te dará todo lo que necesitas saber para equilibrar tu empresa y tu educación.
Paso 1: Trazar la línea en la arena
Si bien es posible compaginar con éxito los estudios y la actividad empresarial, se trata de una tarea titánica que puede resultar muy intimidante si las circunstancias se agravan. Por tanto, tienes que decidir desde el principio lo que estás dispuesto a sacrificar, porque sin duda tendrás que hacer algunos. Los estudios suelen consumir mucho tiempo y energía, y montar un negocio puede absorber de forma realista hasta la última gota de tiempo libre. Así que, antes de empezar cualquier otra cosa, decide cuánto tiempo y energía puedes dedicar a tu vida de empresario, y comprométete a ello. No tener suficiente margen de maniobra es perjudicial para cualquier actividad empresarial y es uno de los componentes más comunes del fracaso.
Paso 2: Tener expectativas realistas
Según la Oficina de Promoción de la Pequeña Empresa (SBA) de 2018, alrededor del 80% de las pequeñas empresas sobreviven el primer año. Alentador ¿verdad? Bueno, lamentablemente esa estadística solo se vuelve apocalíptica a partir de aquí. Solo alrededor de la mitad de los negocios sobreviven a la marca de cinco años, y más allá de eso, solo uno de cada tres negocios vivirá para ver su décimo cumpleaños.
Sin embargo, no todo es pesimismo. En un sector que se caracteriza por sus altos índices de fracaso, el acto de fracasar se convierte en un peldaño hacia el éxito. En el estudio de Nuray Atsan titulado «Failure Experiences of Entrepreneurs: Causas y resultados del aprendizaje», el fracaso se explora como un paso potencialmente necesario para evolucionar como empresario, por lo que definitivamente no es algo que deba temerse.
Paso 3: Combinar su negocio y su educación
Probablemente, lo más importante que puedes sacar de esta guía es la necesidad de considerar tu negocio y tus estudios como un único esfuerzo. El objetivo es convertir la mayor cantidad posible de trabajo escolar en trabajo para tu empresa. Obviamente, habrá que tener una discreción bien educada en este sentido, pero si se hace correctamente, esto te catapultará hacia adelante en tus esfuerzos, a la vez que eliminará gran parte de las complicaciones asociadas a la puesta en marcha de un negocio en la escuela.
Si tienes que escribir un trabajo de investigación, mira a ver si hay una oportunidad de escribirlo sobre algo que necesitabas investigar para tu negocio. No seas tramposo al respecto; organiza una reunión con tus maestros o profesores y hazles saber lo que estás haciendo. Aprovecha esta oportunidad para convencer a una autoridad del valor de tu proyecto y pregúntale si tiene alguna idea sobre cómo crear una relación simbiótica entre tus clases, tus tareas y tus actividades empresariales. Puede que te sorprenda encontrarte con un aliado temprano y crucial.
Paso 4: Utilizar las herramientas adecuadas
Hay literalmente millones de herramientas y recursos que pueden guiarte directa e indirectamente en tu camino como emprendedor. Incluso si eres un «visionario único en una generación» que se propone hacer lo que nadie ha hecho antes, inevitablemente te basarás en lo que hubo antes, y hay innumerables herramientas con las que construir. Sin embargo, para elegir la herramienta correcta, hay que entender bien lo que se necesita en primer lugar.
Así que lo primero que hay que clavar aquí es esto: investiga. Ponte en la mentalidad que sea necesaria para que valores conocer cada pequeño detalle no sólo de tu oficio, sino también de los relacionados con él. Por ejemplo, en una época definida por la World Wide Web, saber cómo construir un sitio web sólo puede ser algo bueno y, dependiendo de tu proyecto, puede ser un regalo del cielo.
Incluso si decide deliberar el trabajo de backend, todavía querrá saber cuál es la información relevante a considerar en la elección y construcción de su sitio web. Por ejemplo, incluso si alguien construye todo por ti, probablemente llegará el día en que tengas que editar o arreglar algo en el sitio web tú mismo, momento en el que haber elegido un servicio de alojamiento para principiantes probablemente te salvará la vida. He utilizado este blog para decidir qué es lo que mejor se adapta a mis necesidades.
Un emprendedor tiene que estar preparado para todo, por lo que las herramientas que pone a su disposición deben ejemplificar esta verdad. Esta es una lista de 15 herramientas gratuitas que todo empresario debería utilizar, y es un buen punto de partida. El último punto aquí es que las pequeñas empresas tienen una especie de ventaja en su tamaño y ubicación. Es decir, al ser más pequeñas y estar localmente centralizadas, son capaces de crear vínculos con las comunidades locales. Algunos de los mejores recursos que tendrá como empresario de una pequeña empresa serán los servicios empresariales de su estado.
Si tienes suerte, puede que tengas un centro de desarrollo de pequeñas empresas en tu ciudad. Si no es así, merecerá la pena el viaje para concertar una cita y establecer contactos. Muchos de estos centros ofrecen tutorías gratuitas, seminarios de formación y otros recursos infinitamente útiles. Otra mina de oro de apoyo puede encontrarse en las incubadoras de empresas locales de tu zona y comunidades afines. Muchas de estas empresas operan con subvenciones estatales que facilitan el acercamiento a la comunidad y también suelen dar lugar a clases, formación u otros medios de apoyo abiertos al público.
Paso 5: Dominar el reloj
El último paso de esta guía se centra en una simple verdad. El tiempo es dinero. Y este antiguo axioma es más cierto en varios órdenes de magnitud para los empresarios que para los que ejercen otras carreras. Para tener éxito como estudiante y como empresario, tendrás que dominar tus hábitos en las 24 horas que tienes disponibles cada día. Mientras que los horarios de la escuela y de los programas de grado son rígidos e implacables, usted puede diseñar el horario de su negocio para maximizar su eficiencia y disminuir el agotamiento.
Forbes publica un excelente artículo en el que se analiza cómo las personas con más éxito del mundo elaboran sus horarios y se ciñen a ellos. Estas son tres de las mejores conclusiones:
- Vive con el piloto automático: El objetivo de tu programación es ponerte en un ritmo en el que tanto tu energía creativa como la física puedan prosperar. Esto significa eliminar el mayor número posible de microdecisiones de tu día a día, de modo que la energía cerebral que habrías gastado en ellas pueda dedicarse a las tareas más urgentes.
- Priorizar los valores: Este punto está en consonancia con el primer paso de la guía, trazar su línea en la arena. Las personas con éxito son exitosas porque se aferran a sus valores. En otras palabras, mantienen con éxito lo que es importante para ellos, ya sea la salud, la productividad o cualquier otra cosa. El subtexto aquí es que, para tomar estas decisiones con éxito, también tendrás que conocerte a ti mismo para saber qué es realmente importante para ti.
- Retraso en la gratificación: Este punto es sencillo. Tendrás que enfrentarte a una fase muy dura y difícil en tu vida mientras compaginas tu educación y una startup. Cuando se haga duro sólo recuerda las palabras de los sabios que te precedieron: «Al final merece la pena».